Las crisis de angustia o los ataques de pánico se pueden definir como una experiencia abrupta e intensa de miedo y ansiedad, acompañada por síntomas físicos que por lo general comprenden un aumento en las palpitaciones, dolor en el pecho, sensación de ahogo y, posiblemente, mareos.
El miedo puede considerarse como una reacción emocional inmediata ante un peligro actual, que se caracteriza por fuertes tendencias escapistas, la cual moviliza los diversos mecanismos de defensa de la personalidad ante distintas situaciones agresivas para ella.
Si se experimenta la respuesta emocional de alarma del miedo cuando no hay nada que temer, es decir, una falsa alarma, es cuando se da el ataque de pánico. En otras palabras, un ataque de pánico es sencillamente la emoción normal de miedo o temor ocurrido en un momento equivocado, cuando no hay nada que temer.
Una vez que una persona sufre un ataque de pánico, por ejemplo mientras maneja un vehículo, hace compras en un lugar donde hay muchas personas o se encuentra dentro de un ascensor, pueden crearse miedos irracionales llamados fobias, relacionados con esas situaciones, y comenzará a tratar de evitarlas. Los ataques de pánico no duran mucho, pero son tan terribles que parecen durar una eternidad.
Con el tiempo, la necesidad de evitar esas situaciones y el grado de ansiedad por miedo a otro ataque puede llegar al punto en que esa persona que sufre un desorden causado por pánico no podrá volver a manejar un vehículo, ni siquiera dar un paso fuera de su casa.
Es así como el ataque de pánico puede tener un serio impacto en la vida diaria de una persona, tanto como cualquier otra enfermedad seria, a menos que la persona reciba un tratamiento efectivo.
Síntomas:
Aparición temporal y aislada de miedo, ansiedad o malestar intenso, acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos:
- Palpitaciones, elevación de la frecuencia cardiaca.
- Sudoración
- Temblores o sacudidas
- Sensación de ahogo o falta de aliento
- Sensación de atragantarse
- Opresión o malestar torácico
- Nauseas o molestias abdominales
- Inestabilidad, mareo o desmayo
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Miedo a morir
- Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
- Escalofríos o sofocaciones Síntomas asociados:
Ansiedad • fobias • fobia social • estrés • obsesiones • soledad • tristeza • vergüenza • timidez • adicciones • dificultades en el estudio.
Comentarios recientes